miércoles, 6 de marzo de 2013

Fachada de la casa del Ajimez



Esta casa ofrece a sus visitantes una palpable prueba de su pasado morisco, que desafiando el paso de algunos siglos, muestra a la generación actual el testimonio de una cultura con la que se identificó plenamente la villa de Zafra. La fachada es del siglo XV, una obra de arte mudéjar (característica de los musulmanes que vivían en territorios conquistados por los cristianos). Está cubierta de esgrafiados geométricos, encalados después en la mayor parte de su superficie de la pared. La técnica del esgrafiado consistía en dibujar sobre el revoque de los muros estando aún fresco, raspando la cal, con lo que se conseguía una decoración barata, que en algunas ocasiones llegaba hasta colorearse. Se trata de uno de los pocos restos de esta técnica decorativa, que abundó en la ciudad durante los siglos XVI y XVIII, y que contrasta con esa idea de pueblo blanco que actualmente le caracteriza.

Sobre esta fachada esgrafiada se conserva, como principal adorno y punto de atención artístico, un precioso ajimez morisco, que data aproximadamente del siglo XVI. Es el único ejemplar de su clase perteneciente a todo un pasado histórico de la ciudad de Zafra.
Esta ventana geminada está partida en su centro por una columnita de piedra. Cuenta con un arco polilobulado en artístico ladrillo trabajado, ya que tiene adornos de formas geométricas (arabescos) y volutas (ornamentos en forma de espiral) en los extremos de dichos lóbulos. Unos brillantes azulejos forman el marco y el antepecho de la ventana, sirviendo también de fondo en los vanos que dejan los ladrillos a ambos lados de los arcos. Además, podemos apreciar que la fachada no está totalmente vertical (a plomada). Su estado de conservación es bueno después de su restauración; se pueden apreciar perfectamente tanto el esgrafiado como la ventana morisca o ajimez.

Ventana encima de la fachada de la casa

                            





CASA DEL AJIMEZ
Entre todos los edificios que conforman la calle Boticas de la localidad de Zafra, la casa número 6 destaca por su singularidad. Recibe el nombre de casa del Ajimez, hoy Centro de Acogida al Turista. La vivienda tenía doble finalidad: comercial (planta baja) y privada (planta alta).  Desde finales del siglo XV albergaba las boticas de la villa, en cuyo interior existían una o varias armaduras repletas de botes y cajas, que contenían diversos productos de la farmacopea del momento. Estos productos eran mezclados por medio del almirez, el alambique o la redoma, dando como resultado drogas y compuestos con los que aliviar a los enfermo. En el siglo XIX  pasó a ser una tienda de licores y aguardientes y en el siglo XX ya era una vivienda particular.


Vista de la casa del Ajimez por fuera




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